Cuando comencé a tocar a toca un instrumento musical por primera vez, sentí esa sensación de placer y sincronía, eso se incremento más aún cuando comienzas a agregar notas a tu repertorio y a cantarlas, hasta ahí todo bien, el problema estaba en la postura al pasar un largo tiempo tocando, sintiendo un cansancio en la espalda, lo que daba como resultado hombros, espalda y dedos cansados.
Con el paso del tiempo comprendí que mantener una buena postura para la práctica musical, es esencial. Luego de ello, entendí que no eran tan solo la postura la que influía en un buen rendimiento, sino que también el lugar adecuado para levar a cabo dicha práctica.
Hoy en día para sentirme cómodo es importante que el ambiente deba estar ordenado, así poder sentirme pleno y conectado con el instrumento musical.
La zona de confort es un espacio importante para cualquier músico, artista o deportista, así pueda existir una conexión plena entre el alma, la mente y el cuerpo. Una vez logrado esto la fluidez comienza a tomar forma.
La característica principal de la zona de confort es mantener un debido equilibrio entre la tensión y la relajación, dejando que los músculos funcionen de manera coordinada, trabajando las zonas necesarias para lograr la correcta interpretación o creación fluida.
La zona de confort para todo músico o artista, siempre es muy personal y debe contener lo necesario que a ti te guste.
Para sentirnos cómodos en nuestra zona de confort es necesario mantener un buen flujo, así como el agua que no se estancan debemos mantener cambios de hábitos, tomando consciencia de que podemos realizar la misma acción de diferentes maneras.
Por otro lado el CONTROL FÍSCO de nuestro cuerpo es necesario para mantener una unidad donde cada parte cumpla con la correcta economía dentro de la función de un todo.
Los beneficios de de hacer música con una buena postura, sana y con movimientos libres nos permitirán no tan solo un único y buen sonido, sino que también un sonido honesto, en donde involucrarás tu cuerpo, mente y alma.
La Postura
El movimiento de los dedos, la postura y la respiración corresponden a una misma interacción entre lo corporal y lo mental. esto es una interacción en cadena. Lo que pasa en nuestro cuerpo influye plenamente en nuestros pensamientos y así en nuestras emociones.
Un dato importante a conocer es que cuando el sistema límbico o emocional (amígdala) detecta un peligro, inmediatamente activa las glándulas endocrinas, las cuales producen adrenalina y cortisol. Estas sustancias desencadenan liberación de neuro-transmisores excitadores en nuestro cerebro, los cuales nos ponen de inmediato en alerta. Así nuestro sistema de alerta activa respuestas como un incremento de la tensión muscular, como por ejemplo acelerando el ritmo cardiaco, respiración o aumento de presión arterial. Cuando nuestra mente reciben estos síntomas corporales se produce aumentada del miedo y la tensión.
Una de las claves para adquirir buenas técnicas musicales no es la repetición mecánica sin alma, sino que la comprensión inteligente del proceso de aprender y el disfrute del recorrido.